De vez en cuando uno se despierta con la sensación de no, con el desánimo de otro día para perderse doblando la tediosa e hiriente esquina de siempre,
pero ese no hoy abre la puerta al rebelde, decides no salir caminando, vas a volar,
igual que Auggie en Smoke (Paul Auster) vas a descubrir esa versión que desconocías de lo mismo de siempre, descubrir que a esa esquina le faltaba perspectiva,
un movimiento de encuadre hacia ese ángulo muerto que últimamente pasaba desapercibido,
hoy, la curiosidad te pierde detrás de cinco palabras sueltas que desde el primer pie en el aire te llaman para que tu único impulso sea encontrarle un dueño irreal a tan osadas «amazonas»,
a cada paso te repites cómo no las viste paseando antes por esa esquina que doblas continuamente para sólo seguir pasando páginas,
porque sí, ellas son de esas que se unen en frases y dejan rotos en forma de huella, que hacen tirar del hilo hasta llegar a las «Confesiones de un bastardo» en una sombra donde los rayos de sol deslumbran, dónde detrás de una pose tímida descubres a alguien que no sabes si se hizo poeta o nació siéndolo pero que nunca te va a dejar indiferente a mitad de línea, porque a él, a Maximilian Sinn, hay que leerlo para saber dónde está un doble sentido de las palabras que sólo lo tienen con él.
No sé si estas letras te harán buscarlo, pero por si acaso, aquí lo tienes y por si te sirve, por si decides sumergirte en algo especial, comprarlo y dejar que la curiosidad te mate, yo sólo te puedo asegurar que la muerte será genuinamente apasionada.

Érase una vez… — Hazme poeta. (Maximilian Sinn)

https://hazmepoeta.com/2017/01/09/erase-una-vez/

Y si quieres leerlos, ya puedes. Haz click aquí, o aquí: https://www.createspace.com/6799451 Este soy yo. Tengo tamaño bolsillo, y me haría muchísima ilusión que me llevases en él. A cambio prometo provocarte alguna que otra sonrisa… Hasta pronto.