Todas mis sensaciones son tú,

tengo ganas de sentir ese instante reteniendo tu mirada y saber que contigo cualquier cosa es ilícita aunque no ocurra,
tengo ganas de sentirte bailar en mi cabeza sabiendo que cada letra de tu norte está en su sitio,
tengo prisa por encontrarte a la vuelta de cualquier esquina
y la sensación de que aunque no te vea, estás ahí,

quiero ceñirme escuetamente a tu brazo y que sepas que soy el mejor adorno que puede llevar tu muñeca,
mostrarle a la punta de tus pies hacia dónde orientarse dejando huellas para que no me pierda queriendo volver a ti,
quiero pedirte perdón por buscarte a la deriva equivocando sustitutos que no tienes cuando como tú,
no hay otro,

quiero ser el rincón alegre de tu melancolía, la esquina donde se refugien tus recuerdos,
hacer sombra a cualquier pasión en la que te pierdas y que sepas que volver es el único camino posible,

quiero ser el nombre que recuerdes cuando el insomnio te haga cerrar los párpados con añoranza después de un profundo suspiro,
la palabra que impulse tu prórroga de para siempre contigo aunque no estés ahora.

Tengo ganas de comer sonrisas de complicidad en tu boca,
resbalar besos por la curva de tu espalda y hacerlos girar para recorrer todo el perfil de tu cadera hasta el límite de un grito,

quiero hacer mi único hogar en tus brazos,
que contemos las horas de insomnio de lo que se prometían descansos imposibles sabiendo que al mínimo guiño de nuestras miradas se provocan in-intencionados incendios en globo con la única opción de que los apaguemos entre los dos por partes,

quiero quemaduras de tercer grado que me recuerden como se siente contigo cuando se arde,
que me vuelvas a susurrar “sin ti no soy nada” para decirte bajito al oído “yo contigo, todo”

Tengo ganas de ignorar los desencuentros a pesar de las turbulencias que generamos,
llegar a esos días inciertos en que te escurres entre mis dedos pero das media vuelta a mis caricias,
quiero esas despedidas en falso que nunca llegan a ser adiós
equivocarme en largos silencios contigo hasta decirte chss.. cállate, vamos buscar acuerdos pacíficos evaporando el agua de una ducha a medias.

No quiero sentir el vértigo del miedo a que se derrumben nuestros tonos en el aire después de una lucha de titanes con un final en el olvido,
quiero ver el presente corriendo juntos hasta donde nos lleve,
hasta donde no haya tren al que decir adiós,
ni estación en la que bajarme si no es contigo.

Quiero repetir te amo mil veces sin decírtelo y que nuble la parte oscura de tu mirada para que se pare el tiempo si no sabe multiplicar los segundos de una hora contigo,
quiero reencontrarte y hacer de este final un mirarte sin fin, para diez minutos o dos años,
para que mañana sea más y mejor
y cuando sea menos compensarlo con ayer sintiendo ser dos enteros que siempre ganan,

tengo ganas de todo eso que sólo tú y yo entendemos,
que nos hace volver a encontrarnos para un día después abandonarnos en el echarse de menos.

Siempre,
tú mi sueño aunque yo lo niegue,
yo el tuyo aunque no lo digas.